Cannes es mucho que la sede de uno de los más importantes festivales de cine del mundo. Más allá de los reflectores y las celebridades, es una hermosa provincia europea donde todo el año se disfruta del buen clima mediterráneo.
Es un pequeño poblado francés que tiene un rico patrimonio cultural, sorprendentes edificaciones y un bello puerto. Si necesitas más de una razón para conocer Cannes, aquí te las damos.
1. ¿Dónde está Cannes?
Se encuentra en la región Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA). Es la tercera ciudad más importante del departamento de los Alpes Marítimos, después de Niza y Antibes.
Está localizada a orillas del Mar Mediterráneo, a medio camino entre Mónaco (a 55 km) y Saint-Tropez; y muy cerca de la frontera italiana.
2. Pueblo de pescadores
En el principio de su historia, Cannes era un pequeño pueblo de pescadores. Sus calles y muchas de sus construcciones aún conservan el aire rústico y provenzal. Además del turismo, la pesca todavía constituye una de sus actividades económicas más importantes.
El esplendor de la ciudad llegó a finales del siglo XIX, cuando llegó lord Henry Brougham & Vaux, gran Canciller de Inglaterra. Con ello, la provincia comenzó a ser visitada por la aristocracia inglesa y europea, que construyó ahí sus residencias de verano y de invierno, para disfrutar de su excelente clima.
Su costa también se benefició de estos acaudalados visitantes, lo que impulsó el comercio y la industria en general. En su costa se desarrolló un circuito náutico y se instaló el primer casino, el Palm Beach, que en los años 20 del siglo XX abrió sus puertas en el extremo del paseo de la Croisette.
3. El festival de cine de Cannes
La belleza de la ciudad, su buen clima y su excelente ubicación no pasaron desapercibidas para la industria del cine.
Gracias a una serie de eventos políticos y una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, en septiembre de 1946, se celebró la primera edición del Festival International Du Film.
Además de mostrar buen cine, uno de sus objetivos era conseguir una buena relación diplomática entre los países, por lo que cada uno podía elegir las películas que lo representarían y designar a un miembro del jurado.
Con el tiempo, el festival cobró prestigio y en la década de los cincuentas ya asistían personajes de la talla de Grace Kelly, Brigitte Bardot, Alain Delon, Kirk Douglas, Sophia Loren y Gina Lollobrigida, entre muchos otros.
4. Le Suquet, el viejo Cannes
La ciudad de Cannes está dividida en barrios. Entre los más populares se encuentran Croisette, Californie, Palm Beach, SuperCannes et Croix-des-Gardes y le Suquet; este último es la expresión perfecta del viejo Cannes, de su historia y su cultura.
Es el barrio más antiguo de la ciudad. Es la cara antigua situada en el Monte Chevalier, por eso se le llama le Sucquet (palabra que significa cima).
Uno de sus mayores atractivos es el Castillo de la Castre, que fue declarado patrimonio nacional en 1790 y fue vendido al ayuntamiento de la ciudad un año más tarde. Posteriormente, en 1878, fue transformado en la seda de la industria de la cerámica y poco después en el Museo de las Civilizaciones Mediterráneas y Antiguas. En 1937, la torre y la capilla fueron declarados monumentos históricos.
5. El paseo de la Croisette
A la orilla del mar se encuentra el famoso Boulevard de la Croisette, es uno de los lugares de mayor interés turístico Cannes.
La historia de la Croisette se remonta a 1838, con la construcción del puerto. En aquella época, se le llamaba Camino de la pequeña cruz, porque, precisamente, había una cruz que se encontraba en lo alto de la bahía de Cannes.
Actualmente ahí se puede dar un largo paseo y tomar un refrigerio en uno de los muchos cafés y restaurantes que existen en la zona y admirar algunos de los más famosos hoteles, como Carlton Intercontinental, Majestic, Martinez, o el Palacio Stephanie, todo ellos fueron edificados a partir de 1900, para alojar a sus célebres visitantes, entre quienes destacaban algunos miembros de la realeza. Si en el presupuesto lo permite, entrar a algunas de sus famosas tiendas de lujo.
Son en total 3 kilómetros de bellas playas (algunas privadas), desde dónde se pueden admirar las Islas de Lérins y el monte del Estérel.
Al final de la Croisette se encuentran los célebres escalones del Palacio de los Festivales, así como las huellas de muchos famosos en el suelo.
