Las mascarillas caseras son grandes aliadas de la belleza pues, además de ser muy efectivas, son económicas, fáciles de preparar y los ingredientes puedes encontrarlos en tu alacena o refrigerador.
En función de las necesidades de tu cutis, puedes aplicar una mascarilla hidrante, exfoliante o que te ayude a controlar la grasa. Si quieres obtener todos los beneficios, podrías aplicar un diferente cada semana. Se sabe que famosas como Victoria Beckham es fanática de este tipo de cuidados.
Antes de aplicarla, lava tu rostro y aplícala. Relájate, déjala actuar de 10 a 15 minutos y retira con agua tibia.
El gran secreto de las coreanas es sumergir su cara en agua muy fría después de una mascarilla, para activar la circulación y mejorar el aspecto de la piel.
TOMA NOTA: Ninguna mascarilla casera debería provocarte irritación, pero si sientes molestias, retira de inmediato porque seguramente tu piel es alérgica a alguno de los ingredientes.
Mascarillas caseras
1. Exfoliante
Su función es eliminar las células muertas y favorecer su proceso de renovación. Existen muchos ingredientes naturales que te ayudarán y entre los más efectivos se encuentran las fresas y el yogurt.
Para esta mascarilla casera necesitas media taza de cada ingrediente. Machaca las fresas y luego agrega el yogurt. Mezcla bien hasta que estén incorporados.
Aplica sobre tu rostro con suaves movimientos circulares de adentro hacia afuera y de abajo hacia arriba; de esta manera, este ligero masaje removerá las células muertas y al mismo tiempo activará la circulación. Pon especial atención en frente, nariz y barbilla, que son las zonas que tienen más grasa.
Si quieres probar otras mascarillas caseras exfoliantes, evita ingredientes como azúcar o café molino, los cuales son muy efectivos en zonas como piernas o brazos, pero debido a que sus bordes no son completamente redondos pueden lastimar tu cutis.
2. Hidratante
La limpieza y la hidratación son la base de la belleza y salud de la piel; por ello, es indispensable aplicar una mascarilla casera hidratante regularmente.
Entre los ingredientes más efectivos se encuentra el pepino, que es uno de los alimentos con mayor contenido de agua, por lo que es muy refrescante y ayuda a regenerar la piel. Además, contiene vitamina E, que le devolverá lozanía y suavidad a tu piel.
Realizar una mascarilla es muy sencillo. Licúa un cuarto de pepino hasta obtener una pasta. Aplica sobre tu cara, deja actuar unos 10 minutos y enjuaga.
Si lo prefieres, puedes combinarlo con otros ingredientes como una yema de huevo y una cucharadita de aceite de oliva, con lo que obtendrás al mismo tiempo hidratación y nutrición para tu cutis. Licúa todos los ingredientes y aplica
Completa con unas rodajas sobre los ojos, para refrescar e hidratar.
3. Control del exceso de grasa
Una de las características de la piel latina es que es mixta, es decir, seca en las mejillas y grasa en la zona T: frente, nariz y barbilla.
Si lo que quieres es ayudarle a tu cutis a controlar la producción de grasa, puedes preparar una mascarilla casera con de avena y leche.
Como sabes, la avena tiene propiedades limpiadoras, que te ayudarán a eliminar las impurezas de la piel; además aportará una hidratación profunda. Por su parte, el ácido láctico de la leche te ayuda a eliminar las bacterias y la grasa de la piel.
Licúa dos cucharadas de avena con media taza de leche hasta obtener una masa. Aplica sobre el cutis limpio, deja que actúe y retira con agua tibia.
4. Humectante
Si tienes cutis seco, necesitas la extra humectación que te puede brindar una mascarilla casera de aguacate.
Solo necesitas mezclar un poco de leche con un cuarto de aguacate, que es tan suave que no necesitarás licuadora; con ayuda de un tenedor podrás obtener una cremosa pasta color esmeralda.
Aplica sobre el rostro limpio, deja actuar de 10 a 15 minutos y retira con agua tibia.
5. Relajante
La ansiedad y el estrés son factores que pueden repercutir en la salud y belleza de tu piel. Si has pasado momentos difíciles y necesitas relajarte, prepara esta mascarilla casera que calmará tu piel.
Necesitas dos cucharadas de yogurt griego natural, una cucharadita de miel y media taza de hojas de lavanda.
Licúa todos los ingredientes y aplica.