Una de las actividades que más disfrutamos los mexicanos sin duda alguna es comer, no por nada nuestra comida desde 2010, es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Es así, que además de contar con diversos platillos, postres, panes y demás alimentos, un elemento clave en nuestro día a día son los dulces tradicionales, los cuales brindan a cualquiera que se atreva a degustarlos (nacionales o extranjeros) una riqueza de sabores, desde los picosos y saladitos hasta aquellos hechos con leche y cajeta, sin olvidar aquellos que tienen su toque de licor, como los borrachitos que deleitan el paladar con su piquete de tequila o ron.
Dentro de esta amplia variedad de dulces se encuentra el jamoncillo. Si eres un amante de los dulces típicos, de seguro ya has probado esta deliciosa golosina color marrón, conocida por su forma de barra.
Este dulce cuenta con una buena fama en México, sin embargo, pocos conocen de qué están hechos. Si este es tu caso, no te preocupes, que en Revista Estilos te lo contamos.
¿Qué es el dulce jamoncillo?
El jamoncillo es un dulce tradicional de México, sobre todo de los estados de Guanajuato, Nuevo León, Coahuila, Durango, Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Jalisco, Estado de México y Veracruz y entre sus elementos base se ecuentra la leche y azúcar.
¿De qué está hecho el jamoncillo?
De acuerdo con Larousse Cocina, la preparación de este dulce tradicional mexicano depende mucho de la región del país en donde se realice, sin embargo, por lo general se elaboran a base de dulce de leche, semillas de calabaza y piñón. También se le puede encontrar en barras de colores rosa o blanco y con trozos de nuez.
Cabe señalar, que en el norte de México, este dulce tradicional se prepara con algunos elementos extra, con la finalidad de darle más sabor.
¿Cómo preparar jamoncillo?
En este método de preparación, se debe hervir la leche a fuego lento, posteriormente se debe agregar azúcar y canela sin dejar de mover la mezcla hasta que se consigua un tipo de pasta suave.
Una vez se tenga lista, se coloca la mezcla caliente en moldes. Se les puede dar diferentes formas: redondos, cuadrados o rectangulares, además se le añaden nueces o almendras e, incluso, algunos le espolvorean azúcar.
Cabe señalar, que el dulce caliente se puede extender en una tabla para que se solidifique y puedas cortarlo en cuadritos, rectángulos o rombos. Para hacer el jamoncillo de leche quemada, una vez que terminaste el proceso anterior de preparación, se espolvorea con azúcar y se hornea para que el azúcar se queme ligeramente; también se prepara con leche ahumada.
Se dice que anteriormente éste era un dulce que sólo se elaboraba en casa para venderse en dulcerías, ferias y fiestas patronales. En la actualidad todavía siguen existiendo conventos donde las monjas los preparan para venderlos.
El jamoncillo en los estados de la República
Como dijismos anteriormente, depende del lugar en el que te encuentres, la forma en la que se prepara este dulce. Por ejemplo, en Baja California Sur se prepara una variante llamada “zorrillo”.
En Chihuahua, se le da sabor con canela o vainilla; además de que se hace en grandes bloques y cuando se seca se corta en cubitos o barras; a veces es adornado con nuez.
En Coahuila y Nuevo León se le añaden otros ingredientes como coco o piñón. En el Estado de México, especialmente en Toluca, se prepara una base de leche con azúcar y canela para preparar muchas variantes; se le añaden pasas, almendras, piñones, fresas o nueces.
En Jalisco, este dulce típico tiene forma de barras, rombos y figuras diversas. En Lagos de Moreno la receta lleva leche, azúcar, vainilla, bicarbonato de sodio, yemas de huevo y almendras molidas; puede colorearse con cocoa o pintura vegetal e incluir trocitos de fruta cubierta.