Tejer es el pasatiempo preferido de muchas personas; por ejemplo, el clavadista británico Thomas Daley, quien así lo demostró durante uno de los recesos de la competencia olímpica, cuando se le vio tejiendo con agujas.
Si creías que es una actividad para personas mayores, te equivocas, pues la lanaterapia cada día gana más terreno en el mundo. De hecho, además del campeón olímpico, se han sumado a los millones knit lovers del mundo celebridades como Sarah Jessica Parker, Uma Thurman, Julia Roberts y Amanda Seyfried.
La lanaterapia consiste en tejer, ya sea con gancho o con aguja, como medida terapéutica. Todas las personas pueden practicarla, sin importar la edad o las habilidades. Es cierto que al principio las piezas no estarán muy bonitas que digamos, pero, con un poco de práctica, te convertirás en un experto.
Se dice es considerado como el nuevo yoga del siglo XXI, porque es perfecto para combatir el estrés. Existen interesantes investigaciones al respecto. Una de ellas fue realizada por Knit For Peace, una ONG británica en la que colaboran más de 22 mil personas que tejen para ayudar a los más necesitados. El estudio concluyó que tejer mejora el ánimo y ayuda a relajarse.
Por su parte, We are Knitters, una famosa tienda online, compartió que más del 50% de sus clientes afirmó realizar lanaterapia como actividad para combatir el estrés.
En efecto, la lanaterapia tiene muchos beneficios para el organismo y, lo mejor de todo, puedes practicarle en cualquier lugar y a cualquier hora, sólo necesitas llevar tus gancho o agujas y tu bonito estambre.
Si nunca has tejido, es muy probable que al principio te cueste un poco de trabajo, por lo que podrías iniciar con puntadas y piezas sencillas; poco a poco, te irás perfeccionando, hasta que seas capaz de realizar todo tipo de prendas, como Thomas Daley.
Beneficios de tejer
Tejer es terapéutico y te brinda hermosos momentos de inspiración y de creación, además de sanación y armonía, ya que permite conectarnos con nuestras emociones de un modo más amigable y pausado.
1. Mejora la actividad cerebral
Cuando tejemos, aumentamos nuestra coordinación cerebral y trabajamos los dos hemisferios del cerebro.
La lanaterapia tiene importantes beneficios sobre nuestra capacidad psicomotriz, ya que no sólo nos ayuda a desarrollar nuestro lado creativo, sino también nuestra inteligencia y coordinación.
Se ha comprobado que niños con problemas psíquicos encuentran mejoría al obligarse a focalizar su atención en una actividad como tejer.
2. Mejora el estado de ánimo y reduce el estrés
Mientras tejemos, nos desconectamos de los problemas, dejando de pensar en ellos y, al mismo tiempo, aumentan las endorfinas en nuestro organismo, las cuales son capaces de relajarnos, brindándonos una sensación de bienestar, entrando así en un estado de calma que conduce hacia una mejora del estado de ánimo.
Se reducen las hormonas del estrés y la presión sanguínea, mientras que aumenta el nivel de dopamina, un neurotransmisor que libera el cerebro cuando realizamos una actividad agradable.
El hecho de que sea una acción repetitiva, en la que se tienen que unir un punto tras otro, una y otra vez, produce un efecto relajante que se compara con el de la yoga o la meditación.
3. Ayuda a la movilidad de las manos
Conforme pasan los años, nuestras manos van perdiendo destreza; para evitarlo, es muy importante mantenerlas activas, para que el paso del tiempo no nos afecte.
Si nos acostumbramos a tejer unos minutos al día, mantendremos alejadas enfermedades como la artrosis o el síndrome del túnel carpianao.
4. Aumenta la creatividad
En general, todas las actividades manuales aumentan nuestra creatividad, pero el tejido es muy especial, porque podemos empezar con las puntadas clásicas y, posteriormente, crear las propias. Además, aumentará nuestra autoestima y nos sentiremos mejor con nosotros mismos.
Ver cómo poco a poco vamos creando una prenda nos llenará de confianza, porque podremos darle nuestro toque personal y, por si fuera poco, tendremos hermosos e irrepetibles regalos para las personas que más amamos.
5. Mejora nuestra concentración
Unir los puntos mientras tejemos algo es un continuo ejercicio mental que estimula a las neuronas, ralentizando así su envejecimiento, e incluso previniendo problemas neuronales y el desarrollo de demencia.
Es un ejercicio donde involucramos nuestras manos, ojos, tacto e incluso nuestros oídos, cuando escuchamos la explicación del profesor, en el caso de que estemos en una clase, lo que obliga al cerebro a mantenerse activo.
Fomenta la coordinación y agilidad mental al tener que ir cruzando un hilo tras otro, pensando cómo debemos continuar para conseguir la forma que deseamos, lo que nos obliga, sin darnos cuenta, a estar concentrados en todo momento.
En el caso de los niños, puede resultar una buena terapia para quienes padecen déficit de atención, ya que mientras tejen deben concentrarse, algo que pueden imitar cuando tengan que realizar otras actividades.
