Desde 2002, el 8 de agosto se celebra el Día Internacional del Gato por una iniciativa del Fondo Internacional para el Bienestar Animal. Es un fecha que nos invita a concienciar sobre los michis y aprender formas de ayudarlos y protegerlos.
Son muy cariñosos y, a diferencia de los perros, tienen un carácter y temperamento peculiar: son más independientes y requieren menos de la presencia de sus dueños, por lo que son la compañía perfecta para personas que trabajan en casa. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), casi 57 de cada 100 hogares mexicanos tienen una mascota, de las cuales se calcula que el 15% son michis.
Si estás pensando adoptar un minino, pero aún no te no decides, te compartimos algunos de los mitos que existen alrededor de la adopción de los gatos:
Mitos sobre la adopción de un gato
1 Es mejor adoptar un bebé porque se acostumbrará más rápido a la familia
FALSO
Los gatitos de todas las edades merecen una oportunidad de tener un hogar amoroso. Si bien, los bebés son más tiernos, los gatos de cualquier edad pueden adaptarse a convivir con la familia. El proceso variará en función del temperamento del michi, no precisamente de su edad.
2 Todos los gatos de los refugios tienen problemas de salud
FALSO
Los animales de refugio han sido estigmatizados por mucho tiempo, pero recuerda ellos no están ahí porque estén enfermos, sino porque están en espera de un hogar. Sí, es cierto que muchos llegan enfermos porque sufrieron hambre y, probablemente, maltrato cuando estaban en la calle, pero estando ahí mejoran por completo o se encuentran en proceso de recuperación.
En la mayoría de los refugios al momento de darle al michi al adoptante, emiten un certificado de buena salud y, en muchos casos, los entregan esterilizados. De cualquier forma, llévalo al veterinario o pide servicio a domicilio para que él vaya a tu casa, para que lo revise y reciba su primer servicio médico, que debe contemplar desparasitación y sus primeras vacunas.
3 Un perro y gato pueden ser los mejores amigos
VERDADERO
Aunque la frase “Se llevan como perros y gatos” es muy popular y habla de una eterna enemistad entre ambos, existen historias maravillosas de la amistad entre ambos. Si ya tienes un perro y quieres adoptar un gato, toma en cuenta su temperamento, porque si no se lleva bien con otros perros y ciertas personas, será difícil que pueda convivir con un gato, incluso podría lastimarlo.
En caso de que sea un perro tranquilo, sin importar su edad, puede ser un excelente compañero para un gatito recién adoptado. Desde luego, es necesario que se les des tiempo para que se conozcan y, poco a poco, empiecen a convivir.
También necesitas poner sus comidas y camas en lugares separados, para que cada uno tenga su espacio y no se sientan invadidos o intimidades. El proceso puede durar unos días o algunas semanas, no te desesperes si al principio se ignoran o no se muestran afecto. Todo mejorará.
4 Si ya tengo un gato, puedo adoptar otro
VERDADERO
Dos gatos pueden convivir perfectamente, aunque uno haya llegado antes. Es cierto que los gatos son territoriales y el primero podría sentirse amenazado, pero es cuestión de paciencia y de acercarlos poco a poco, para que se conozcan y se adapten uno al otro.
Es importante que al principio, los platos de comida y de agua, así como sus camas, estén separadas, para que ninguno sienta que están invadiendo su espacio. Conforme pasen los días, todo será más sencillo.
5 Sólo si adopto una gatita es necesario esterilizarla
FALSO
Ya sea que adoptes un gato o una gatita, si no te lo entregan esterilizado, debes hacerlo, porque es un acto de responsabilidad y amor. Piensa cuántos animales sufren hambre y maltrato en las calles. Cuando esterilizas a tu mascota, evitas que sus crías terminen abandonadas.
Además, estilizarlos tiene otros beneficios; por ejemplo, en el caso de los machos, tienden a escapar menos de casa y se vuelven más hogareños. En las hembras se suprime el celo, de modo que no tendrán ese maullido tan característico cuando buscan galán. El proceso es rápido y sencillo, y la recuperación suele ser bastante rápida.