El potencial de Hidrógeno, mejor conocido como pH, es un término que escuchamos muchísimo en temas de salud y belleza, pero ¿sabes en realidad a qué se refiere? Aquí te lo decimos.
El pH nos indica el grado de acidez que existe en nuestro organismo y se mide en una escala que va del 0 al 14. Nuestro pH ideal debe mantenerse entre 4.5 y 5.5; si es menor, significa que es ácido. Por el contrario, si es mayor, quiere decir que es más alcalino, lo que se repercutirá en la apariencia y salud de la piel.
Mantener un pH adecuado en la piel es fundamental, ya que además de ser el órgano más largo de nuestro cuerpo, que mide 2 metros, aproximadamente, con su espesor de solamente 4 mm, funciona como barrera protectora de todos los factores externos.
El manto ácido es la superficie externa de nuestra piel que, como su nombre lo dice, aporta la acidez que evita que sea vulnerable a ciertos elementos exteriores.
Cuando se rompe el equilibrio se pueden presentar trastornos. Si nuestra piel eleva su alcalinidad provoca que nuestras enzimas cutáneas dejen de crear los lípidos suficientes para evitar infecciones; por ello, es importante mantenerlo en los niveles óptimos.
Aunque no lo creas, existen factores que pueden desbalancear nuestro pH. ¿Sabes cuáles son?
¿Qué desequilibra el ph de tu piel?
1. Cambios de temperatura y humedad
En México llegamos a tener todos los climas en un mismo día y esto puede resultar muy agresivo para nuestra piel, ya que a veces no logra adaptarse rápidamente a todos ellos, por lo que se pueden desarrollar desde alergias cutáneas hasta dermatitis atópica.
De hecho, está comprobado que los factores climáticos aumentan hasta en un 40% los padecimientos dermatológicos, especialmente entre cambios estacionales e invierno.
Humectar la piel es indispensable. Utiliza cremas corporales que sean emolientes y de fácil absorción con alta tolerancia en pieles sensibles y estresadas, y que además contengan activos como vitamina E, avena coloidal, manteca de kokum, karité y D- pantenol.
2. Uso de productos de aseo inadecuados
Si tu piel es muy sensible o tu cuero cabelludo se irrita con facilidad, debes evitar las barras de jabón comunes, ya que estas pueden dañar el manto ácido de la piel causando irritación, resequedad, inflamación y dolor.
En su lugar, es mejor utilizar gel de ducha para el cuerpo, el cual se aplica directamente sobre la piel con suavidad sin necesidad de tallar, ya que al realizarlo podemos lastimar nuestra epidermis.
Y en el caso del cabello, utiliza shampoo de grado dermatológico como la línea de Sopharma pH5 que te ayudará a darle un cuidado integral a tu cuerpo de la cabeza a los pies.
3. Algunos medicamentos
Sí, existen algunos medicamentos que pueden generar hipersensibilidad en la piel o alergias. Entre los síntomas detectables se encuentran enrojecimiento, protuberancias, ampollas, urticaria, prurito e incluso descamación.
Consumir productos adecuados para tu piel ayudará a disminuir los efectos; sin embargo, algunas reacciones podrían requerir de medicamento. Recuerda que, si los efectos permanecen, debes consultar a tu dermatólogo.
Ahora que sabes cómo detectar los factores que pueden traerle problemas a tu piel, toma las medidas necesarias para mantenerla sana, humectada, elástica e hidratad. Cuida tu barrera cutánea y mantén una piel saludable y hermosa.
Recuerda, el pH de nuestra piel cambia constantemente por los agresores externos como la contaminación, los cambios de temperatura y los químicos abrasivos. Los productos de calidad para el cuidado de la piel ayudan a conservar el pH de la piel óptimo, al tiempo que mantienen y restauran su defensa natural. Esto la vuelve más resiliente, menos sensible y con una mejor capacidad para llevar a cabo su función vital de protección.