En 2019, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas ONU hizo oficial la conmemoración del Día Internacional del Té. Esta celebración tiene como objetivo favorecer su producción y su consumo.
Esta fecha representa una oportunidad para conocer los beneficios que ofrece a la salud, así como su importancia para la economía mundial.
Para unirnos a esta celebración, te decimos cuáles son los principales tipos de té que puedes tomar.
¿Qué es el té?
Cuando se habla de té, sólo debemos referirnos a los brotes que provienen de una planta llamada camellia sinensis. Dependiendo del nivel de oxidación y del procesamiento que se les dé a las hojas, se obtienen sus diferentes variedades.
En cambio, las tisanas son infusiones donde se mezclan diferentes frutas deshidratadas o una mezcla de diferentes hierbas como manzanilla, lavanda, menta y hierbabuena, entre muchas otras.
¿Cuántas variedades existen?
De acuerdo al libro The Tea Enthusiast’s Handbook: A Guide to the World’s Best Teas, escrito por a Mary Lou y Robert J. Heiss, existen más de 20 mil variedades en el mundo.
Pero para fines prácticos, se divide en seis tipos:
Té negro
Es el más oxidado de todos. En el instante en que se recolectan las hojas, se empiezan a marchitar e inicia el proceso de oxidación. Luego, se suelen triturar o enrollar para acelerar el proceso.
Es de sabor fuerte, con mucho cuerpo y profundidad. Debe prepararse a altas temperaturas, por lo que es adquiere matices amargos.
Es uno de los más consumidos en el mundo occidental y existen tradiciones específicas para beberlo en cada región; por ejemplo, la costumbre británica de agregar leche y/o azúcar.
Verde
Es muy popular gracias a su alto contenido de antioxidantes y a sus propiedades diuréticas, que combate la retención de líquidos y ayuda a eliminar toxinas.
Se procesa con muy poca oxidación por lo que tiene un cuerpo ligero y de sabor ligeramente herbal.
Una de sus variedades más populares es el matcha, al que se conoce como la más pura y de molido extrafino.
Amarillo o dorado
Es un poco menos conocido, pero es muy apreciado en China. Es similar al té verde, pero pasa por una etapa en la que adquiere su color amarillo característico.
Luego de la primera oxidación, las hojas se envuelven en una tela para una suave segunda oxidación. Posteriormente, se secan lentamente sobre carbón caliente para fijar el té por última vez.
Es una bebida más aromática y madura, que posee cierta astringencia.
Azul
También es conocido como Oolong o Wulong. Es uno de los más consumidos en los países occidentales.
Es una variedad semi-oxidada, con un sabor muy equilibrado, ligeramente tostado y rico en matices, donde se combinan las características del té verde y del negro.
Entre sus beneficios destaca que ayuda a una buena digestión.
Blanco
Una de sus principales características es su poca oxidación. Está hecho principalmente con los brotes más jóvenes de la planta, cuando aún están cubiertos con pelusita blanca; de ahí su nombre.
Es la variedad de sabor más suave y se le define con frecuencia como el más complejo y delicado, con ligeros matices afrutados y florales.
Rojo
Es una variedad post-fermentada a partir de hojas de té verde. Es una bebida de color rojizo, de ahí su nombre. Tiene mucho carácter y de sabor marcadamente terroso.
Muchos lo recomiendan para bajar los niveles de colesterol en la sangre. Su bajo contenido en taninos lo hace un eficiente aliado para tratar algunos trastornos digestivos.
Gracias a su contenido en teína es moderado, se puede consumir todo el día.