México es un país que, a diferencia de otras partes del mundo, no le teme a la muerte, sino más bien baila, toma y comparte con ella y hasta se la come, en las festividades del 1 y 2 de noviembre, fecha en la que el país se llena de flores de cempaxúchitl, papel picado y altares finamente decorados con alimentos de los familiares que se adelantaron en el camino. 

Entre otros elementos que conforman el altar de día de muertos, se encuentra el tradicional pan de muerto y las calaveritas de chocolate y azúcar. Asimismo, una de las actividades que realizan los pequeños del hogar, es hacer una colecta de dulces, comida y dinero conocido como pedir calavera, calaverita o calaverear en compañía de sus padres y/o familiares. 

Tradicionales calaveras de chilacayote

Sin embargo, en la parte su-oriente de la CDMX es muy tradicional que los pequeños salgan a la calle ataviados con algún disfraz y acompañados de un chilacayote con ojos y boca y una vela dentro. 

Este fruto es común del mes de octubre y de manera tradicional es arrancado por los habitantes de la zona para venderlos en plazas públicas, calles y mercados. 

Una vez tienen uno en su poder, adultos, jóvenes y niños realizan en ellos perforaciones que asemejan a ojos, nariz y boca de un cráneo por medio de un cuchillo o navaja, y posteriormente se le quita la pulpa y las semillas, para finalmente, introducir en el chilacayote una vela en su interior. 

Con estas calaveras de chilacayote los pequeños salen a las calles para pedir a los transeúntes y en locales fruta como mandarinas, cañas, camotes, plátanos, al igual que dulces y o dinero. 

Durante el recorrido, que generalmente es en la tarde noche, los pequeños iluminan su camino con sus chilacayotes. Es común verlos en calles de Tláhuac, Milpa Alta, Iztapalapa, Xochimilco.  

Asimismo, muy pocos de los chicos y jóvenes que salen cada 1 y 2 de noviembre a las calles con su chilacayote, saben que el salir acompañados de este fruto a pedir su calaverita, están ayudando a preservar y mantener una tradición que parte de un fruto que además, ha sido utilizado en ritos mortuorios cientos de años atrás por los pueblos nahuas. 

¿Cómo hacer una calavera tradicional con chilacayote? 

Lo primero que necesitas es un chilacayote mediano, una cuchara, una vela, un chuchillo y un metro de alambre o cuerda. 

• Posteriormente, debes dibujar sobre el chilacayote un cuadro grande y procede a cortarlo. 
• Haz varios cortes sobre la línea dibujada hasta desprender lo que será la tapa. 
• Con una cuchara vacía el interior del chilacayote. 
• Pinta con un plumón el diseño que hayas escogido para la cara, puedes buscar diversos diseños en internet. 
• Escoge un cuchillo largo y comienza a cortar siguiendo las líneas trazadas. 
• Retira las piezas cortadas con mucho cuidado. 
• Puedes agregar algún detalle que haga parecer más terrorífico tu chilacayote, como ramas pequeñas que simulen los colmillos. 
• Perfora cuatro o dos orificios para sujetar la calabaza con el alambre o cuerda. 
• Haz otro orificio en el centro de la parte inferior de la calabaza para incrustar la vela. 
• Enciende la vela. Ya estás listo para salir a “pedir tu calaverita”.