Desde mediados de octubre y hasta el próximo 13 de diciembre se lleva a cabo la Feria de la Esfera 2020 en Tlalpujahua de Rayón, Michoacán, uno de los encuentros más esperados para los amantes de la decoración navideña, porque ahí se pueden encontrar algunas de las esferas y los accesorios más hermosos que existen.
En esta edición, en contraste con otros años, el Pueblo Mágico ha implementado medidas de higiene extra para proteger del Covid-19 a sus visitantes, para que puedan admirar las piezas y comprarlas con total confianza.
Los artesanos y los prestadores de servicios, así como los restaurantes y alojamientos, han puesto especial esmero para que los visitantes disfruten de su estancia y que vivan una experiencia inolvidable, para que recomienden el lugar y hagan que regresen la próxima temporada.
Tlalpujahua es famoso en el mundo porque ahí se pueden encontrar las más espectaculares esferas navideñas de vidrio soplado, pero durante el año sus artesanos también fabrican piezas elaboradas en cantera que son verdaderas obras de arte, cerámica, muebles rústicos, objetos tallados, textiles, arte plumario, arte en popote, alambroides, arreglos de vara y decoración en vidrio.
Así inició la tradición
Cuenta la historia que un habitante de Tlalpujahua de nombre Joaquín Muñoz Orta se fue vivir a Estados Unidos, donde se familiarizó con la fabricación de árboles de navidad. De regreso a México, él y su esposa, María Elena Ruíz, comenzaron a elaborar esferas de navidad; posteriormente, don Joaquín regresó a su tierra natal con su esposa, donde se instaló definitivamente.
En 1964 estableció un pequeño taller en su casa y un año después, en 1965, nació la empresa Adornos Navideños. Había trabajadora de diferentes partes del estado y del país, quienes aprendieron el oficio y extendieron la tradición.
Actualmente, la producción de esferas es una de las principales fuentes de empleo de la localidad. Hoy en día existen más de 300 artesanos, quienes muestran con orgullo su trabajo a los visitantes.
Esferas y algo más
Tlalpujahua se localiza en la región montañosa del noroeste de Michoacán, a 138 km de la CDMX y a 107 km de Morelia. Su nombre de deriva de los vocablos tlalli, que significa tierra; y poxohuac, que quiere decir cosa esponjosa.
Durante los últimos meses es la temporada de esferas y decoración navideña, pero este destino, que en sus orígenes era un pueblo minero, se puede visitar en cualquier época del año, porque tiene muchos atractivos.
Por ejemplo, muy cerca de la Plaza Mayor se encuentra el Santuario de Nuestra Señora del Carmen, una imponente construcción del siglo XVIII que por las noches presenta un espectáculo de luces de fachada es barroca, cuyo interior está decorado con motivos florales y vegetales.
Muy cerca está el Jardín Zaragoza con un quiosco octagonal y Iglesia de San Francisco, una construcción del siglo XVI que en el altar mayor tiene una bella representación de la Virgen de Guadalupe de Miguel Cabrera.
Otros de los atractivos son el Museo Hermanos López Rayón y la mina Las Dos Estrellas, a tan sólo 1.5 kilómetros.