Ale Quintero siempre estuvo interesada en la práctica del yoga, pero no había encontrado el tiempo para hacerlo, porque estaba dedicada a su empresa y su familia. En 2016 las condiciones cambiaron y por fin tuvo la oportunidad de enfocarse en lo que más quería: convertirse en yogini, es decir, maestra de yoga.
Esta disciplina ha sido una gran herramienta en su proceso de sanación personal; la ayudó a superar varios obstáculos de su vida y mantener su estabilidad emocional.
“Cuando estás en una clase, todos tus sentidos están enfocados en alcanzar una postura determinada. Toda tu atención está en el momento presente: estás aquí y ahora, coordinando tu respiración con el movimiento, escuchando las instrucciones. Toda tu atención está en ese preciso momento”, señala Ale Quintero.
“Así, poco a poco, casi sin darte cuenta, vas accediendo a un plano más profundo, estás reconectando con tu ser interno, con tu verdadera esencia”.
Ale Quintero, reconocida como una de las más personalidades más influyentes de este sector, concedió una entrevista a revistaestilos.com, donde nos compartió más beneficios que nos aporta esta disciplina milenaria.
Ale Quintero y la práctica del yoga
En una época tan complicada, ¿qué puede aportar a nuestra vida practicar?
Es el antídoto perfecto para esta temporada tan difícil que estamos viviendo.
Observa cómo es muy común que pases una buena parte del día preocupado, con pensamientos no tan positivos. Esto provoca un cansancio mental, preocupación y, muy probablemente, un alto nivel de estrés.
Su práctica es buenísima porque en una sola sesión estarás dedicando tiempo a tu cuerpo, mente, corazón y a tu alma.
Nos hace falta “pausar” para poder salir de ese círculo vicioso de pensamientos negativos que nos hacen sufrir.
Estás en el hoy, sin sufrir por el ayer, sin estresarte por el futuro incierto. Estás aquí, sólo aquí y ahora.
Se calma la mente, se oxigenan los órganos internos, se fortalece el cuerpo. Es todo en un sólo entrenamiento.
«Estás en el hoy, sin sufrir por el ayer, sin estresarte por el futuro incierto»
Ale Quintero
¿Para practicarla se requiere de un espacio y equipo especial?
No. Esa es una de sus grandes ventajas, sólo necesitas un tapete y practicarla en una superficie plana y firme. Nada más.
¿Es posible practicarla en cualquier momento y espacio?
Absolutamente. Entendamos que la práctica de yoga es toda una filosofía de vida.
La práctica de posturas o asanas es sólo una de las ocho ramas del yoga. La filosofía comprende principios éticos personales y hacia los demás, además de la práctica de respiración, también llamada pranayama, y la meditación.
¿Qué necesitamos para practicar yoga cuando estamos en una clase o a la mitad de la jornada de trabajo?
Pausar antes de reaccionar. Este sería mi primer consejo.
Ir entrenándonos a nosotros mismos para hacer una pausa antes de reaccionar. Para lograrlo, cada vez que sientas que te sales de tu centro, ya sea yéndote a un lugar de tristeza, de estrés o preocupación: respira, cierra los ojos, siente tu presencia.
Date cuenta de que lo que pasa por tu cabeza son sólo pensamientos, y aunque son reales porque los estás teniendo, no siempre representan la verdad.
Pausar te obliga a hacer un espacio, a darnos cuenta de que no somos lo que pensamos.
«Cada vez que sientas que te sales de tu centro, respira»
Ale Quintero
¿Cómo podríamos practicar yoga en estas circunstancias?
Te invito a practicar en mi plataforma www.mahatyoga.mx. Por sólo 270 pesos al mes tendrás acceso a más de 100 clases de yoga en diferentes niveles y estilos. Podrás encontrar, además, pranayama, meditación y otros talleres relacionados con el bienestar integral.
Nos puedes dar algunos consejos para quienes quieran practicar yoga durante un día difícil para recuperar la calma.
- Empieza poco a poco.
- Inicia tu día con cinco minutos de silencio, enfocando toda tu atención en la respiración. Desde ese espacio de paz, ponle una intención a tu día. Verás que cuando dedicas tu esfuerzo, cualquier actividad que tengas que realizar en el día, cobra un significado distinto.
- Date tiempo de practicar, aunque sea 30 minutos de yoga, caminata o cualquier ejercicio. Es tu cuerpo, tu templo. ¡Cuídalo!
- Hidrátate con agua natural a lo largo de todo el día. Tu cuerpo te lo va a agradecer.
- Termina el día en paz, con cinco minutos de silencio. Reflexiona sobre tu día, pero con el ánimo de agradecer. Obsérvate sin juzgarte y da gracias por la oportunidad de estar vivo un día más.