¿Sabías que las mascotas también pueden tener diabetes? Un estilo de vida sedentario, en el que exista poco ejercicio, además de una mala alimentación, así como el aumento de peso pueden ser factores determinantes para que los animales de compañía se encuentren en riesgo de desarrollar diabetes, enfermedad que padecen, aproximadamente, 5 de cada mil perros y 3 de cada mil gatos.
¿Diabetes en mascotas?
En el marco del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora el 14 de noviembre, Alejandro Sánchez, Gerente Técnico de la Unidad de Animales de Compañía de MSD Salud Animal en México, señaló la importancia de que los dueños de animales de compañía como perros y gatos supervisen a sus mascotas y desempeñen hábitos de vida saludables para mejorar su salud.
“Así como los humanos, tanto los perros como gatos también pueden desarrollar diabetes. Factores como una mala alimentación, la disminución del ejercicio y el aumento de peso provocan un desequilibrio entre los niveles de glucosa e insulina de nuestras mascotas, dando como resultado un mayor riesgo de que desarrollen diabetes mellitus, una enfermedad crónica que va en aumento y tiene mayor incidencia en animales de edad avanzada -alrededor de los 10 años de vida-, pero eso no significa que no se pueda presentar en animales jóvenes”, explicó el especialista en Medicina Veterinaria.
Señales de que tu mascota puede tener diabetes
Si bien la diabetes es una enfermedad que no duele o que no tiene manifestaciones físicas a primera vista, hay algunas señales que nos pueden indicar que nuestro perro o gato ya presenta dicha enfermedad3, por lo que es importante llevarlo a una evaluación con el Médico Veterinario:
Come mucho
Aunque su organismo tiene el azúcar suficiente para generar la energía que necesita, las células no la detectan y, por ello, piden más alimento. A este efecto se le conoce como polifagia.
Orina mucho y toma mucha agua
La diabetes provoca un aumento en la cantidad y la frecuencia de la orina (conocida como poliuria). Esto sucede porque el azúcar sale a través de la orina, llevándose también el agua del cuerpo.
Por lo que un perro o gato con esta condición tiene sed excesiva, mejor conocida como polidipsia, y toma más agua de lo habitual.
Modificación del peso rápidamente
En general con la presencia de la diabetes, nuestra mascota puede bajar de peso sin razón aparente y de forma rápida. Esto se debe a que el organismo utiliza la grasa de los músculos para producir energía.
Incluso, esta pérdida de peso sucede, aunque el apetito no disminuya. Algunas otras mascotas tienden a ganar peso debido a la alta ingesta calórica ocasionada por la polifagia.
“A largo plazo, la diabetes en perros y gatos puede ocasionar consecuencias como ceguera, problemas de circulación, daño renal irreversible e, incluso, la muerte”, compartió Alejandro Sánchez, Médico Veterinario Zootecnista e integrante de la Unidad de Animales de Compañía.
Animales más propensos que otros a la diabetes
Hay algunas razas que son más propensas a desarrollar diabetes. En el caso de los perros, esta condición es más común en razas como Samoyedo, Alaska malamute, Schnauzer miniatura, Caniches y Springer Spaniel.
En cuanto a los felinos, los gatos domésticos de pelo corto y de pelo largo, así como la raza de gatos Burmes, desarrollan dicha afección con más frecuencia, siendo los machos los más afectados.
¿Cómo evitar la diabetes en mascotas?
Es importante señalar que, para detectar oportunamente la diabetes y otras enfermedades en nuestras mascotas, las visitas frecuentes con el especialista son fundamentales. Los especialistas recomiendan programar citas con el Médico Veterinario, al menos, 2 veces al año para realizar un examen físico general, un examen de glucosa y los análisis de laboratorio que él considere pertinente.
Finalmente, los perros y gatos que han sido diagnosticados con diabetes pueden llevar una vida saludable y plena con un tratamiento integral establecido por un Médico Veterinario, el cual debe incluir una dieta balanceada y adecuada dependiendo la raza de nuestra mascota, una rutina establecida de actividad física, así como la administración de insulina de uso veterinario.