Hace unos días, durante unos minutos descanso, el chef Abraham Padilla estaba preparando algo rápido para comer y, mientras se cocinaba, tomó un poco de masa y comenzó a moldear un dinosaurio. Le quedó tan bien que sus compañeros lo animaron compartirlo. Así nacieron las dinoquesadillas.
Abraham Padilla, quien es chef desde hace 14 años, no sabía que esa figura que realizó casi por casualidad se haría viral y ahora en muchas partes del país quieren probar las famosas quesadillas con formas de dinosaurio, por lo que se prepara para emprender un negocio.
Abraham trabaja actualmente en San Antino de las Alazanas, una población ubicada en el municipio de Arteaga, al sureste del estado de Coahuila. Proviene de una familia de cocineras tradicionales, por lo que el arte culinario lo trae en las venas.
Todo ha ocurrido tan rápido que no ha tenido tiempo de asimilar el éxito de sus auténticas dinoquesadillas, las cuales al principio se vendían en órdenes de tres y ahora las piden por cientos.
El chef tenía sus propias cuentas en diferentes redes sociales, pero apenas está abriendo las de su creación gastronómica. Por ejemplo, el perfil de Instagram de las dinoquesadillas se acaba de abrir esta semana.
Cuando era niño, a Abraham le gustaba moldear figuras con plastilina, por lo que no le fue difícil crear los diferentes dinosaurios, que ahora son la nueva sensación gastronómica de México.
Relata que fue un viernes cuando preparó la primera quesadilla con forma de dinosaurio, de la cual él y sus compañeros compartieron una fotografía. La imagen se fue compartiendo tan rápidamente que al día siguiente le avisaron que estaban transmitiendo una nota al respecto en un noticiero de Yucatán.
Dinoquesadillas, de Coahuila para el mundo
Las dinoquesadillas se preparan con masa de nixtamal o masa azul y se rellenan con queso asadero o Chihuahua, para que se derrita. Se acompaña de un poco de lechuga y rebanadas de jitomate y se puede agregar salsa verde o roja, como a cualquier otra quesadilla o taco.
Por el momento, los envíos son locales, pero el chef no descarta implementar un sistema con el que pueda satisfacer los pedidos que tienen de estados como Querétaro, Chihuahua, Nuevo León y la CDMX, entre otros.
Piensa que podría enviarlas congeladas, para que soporten el tiempo de traslado y lleguen en perfectas condiciones a su destino. Pero, por el momento, es solo una idea.
En diferentes entrevistas, Abraham Padilla ha declarado que hizo la primera dinoquesadilla por gusto, por casualidad, y que este éxito nunca fue algo planeado; por ello, la gran demanda lo ha tomado por sorpresa, por lo que sigue asimilando lo que está ocurriendo y planeando cómo podría continuar.
Entre sus planes se encuentra abrir un canal de televisión, así como un restaurante pequeño, y así consolidar, poco a poco, su proyecto.
Sí se antojan, ¿verdad?
